El trabajo por proyectos se ha consolidado como una metodología pedagógica central en nuestro modelo educativo, ofreciendo un marco para la exploración profunda, la aplicación práctica del conocimiento y el desarrollo de habilidades esenciales. Si bien la mayoría de nuestros proyectos se despliegan a lo largo de doce semanas, con una dedicación de cinco horas diarias, reconocemos la riqueza de ofrecer otras modalidades de proyectos que aporten diversidad y respondan a necesidades específicas.
Los proyectos de duración estándar proporcionan un tiempo sustancial para que los estudiantes se sumerjan en un tema complejo, atraviesen las diversas fases de investigación, planificación, ejecución y evaluación, y desarrollen una comprensión profunda y holística. Este formato permite la integración de múltiples disciplinas, el desarrollo de habilidades de colaboración a largo plazo y la culminación en productos finales significativos y elaborados.
Entendemos que el panorama del aprendizaje es dinámico y que diferentes objetivos pedagógicos pueden requerir marcos temporales distintos. Es por ello que, además de los proyectos de doce semanas, se propondrán otros proyectos de duración variable, diseñados para complementar o actuar de forma independiente a las iniciativas de mayor extensión.
Estos proyectos alternativos reconocerán que el tiempo de aprendizaje puede ajustarse a la naturaleza y la complejidad de los objetivos planteados. Algunos temas pueden abordarse de manera efectiva en períodos más cortos, permitiendo una mayor diversificación de experiencias de aprendizaje a lo largo del ciclo lectivo.
Una tipología particular de estos proyectos alternativos son los proyectos complementarios de cuatro semanas (aproximadamente un mes). Estos proyectos se caracterizan por su alta especificidad y una dedicación horaria semanal más reducida, de una o dos horas. Su propósito principal es doble:
Complementar Proyectos de 12 Semanas: Estos proyectos cortos pueden surgir como necesidades identificadas dentro de un proyecto mayor. Por ejemplo, un equipo inmerso en un proyecto de desarrollo de un producto puede necesitar un proyecto corto para crear una estrategia de marketing en redes sociales o para diseñar un prototipo de presentación visual.
Ofrecer Refuerzo y Desarrollo de Habilidades Específicas: Estos proyectos pueden enfocarse en el desarrollo de habilidades puntuales que sean relevantes para varios proyectos o para el desarrollo profesional futuro de los estudiantes. La creación de un perfil profesional efectivo en redes, la elaboración de un currículum vitae impactante, la organización de una pequeña campaña de concientización, o la planificación y ejecución de una reunión específica con actores externos al proyecto principal son ejemplos de proyectos cortos que pueden brindar un refuerzo valioso.
Estos proyectos de menor duración presentan desafíos particulares, especialmente para aquellos equipos que puedan estar necesitando refuerzos o apoyo adicional en sus proyectos de doce semanas. La gestión del tiempo y la priorización de tareas se vuelven cruciales. Los equipos deberán demostrar capacidad de organización y eficiencia para abordar estos desafíos complementarios sin descuidar el progreso de sus proyectos principales.
Sin embargo, estos proyectos cortos también representan oportunidades significativas:
Aplicación Inmediata: Permiten aplicar conocimientos y habilidades de manera rápida y focalizada en contextos específicos.
Desarrollo de Habilidades Específicas: Facilitan el aprendizaje y la práctica de competencias muy concretas y demandadas.
Gestión Ágil: Introducen a los estudiantes a la necesidad de planificación y ejecución ágil en plazos más ajustados.
Integración Dinámica: Fomentan la conexión entre diferentes proyectos y áreas de conocimiento, demostrando la aplicabilidad transversal de las habilidades.
Mayor Diversidad de Experiencias: Ofrecen una gama más amplia de experiencias de aprendizaje en un mismo ciclo lectivo.
La implementación de un sistema que combina proyectos de doce semanas con proyectos de duración variable, incluyendo los proyectos complementarios de corta duración, enriquece significativamente el ecosistema de aprendizaje. Esta flexibilidad permite responder a una gama más amplia de necesidades e intereses, promueve la aplicación práctica y específica de habilidades, y desafía a los estudiantes a gestionar su tiempo y recursos de manera efectiva. Al ofrecer tanto la inmersión profunda como la intervención focalizada, nuestro modelo de trabajo por proyectos se consolida como una propuesta pedagógica dinámica y adaptada a las demandas del siglo XXI.