Son el centro del modelo. Necesitan comprender qué se espera de ellos, cómo se valorará su progreso (no solo la calificación), su rol activo en la elección de su trayectoria y la importancia de la colaboración. Esto les permite ser proactivos en su aprendizaje y asumir la autorregulación.
En esta primera etapa de implementación los destinatarios directos serán los estudiantes de 1° y 2° año 2026, considerados como un ciclo único (ciclo básico).
Son los principales facilitadores. Deben entender la filosofía del modelo para rediseñar sus prácticas pedagógicas (diseño de proyectos, rúbricas de evaluación por competencias, estrategias de mentoría, fomento de la autonomía y el trabajo colaborativo). Necesitan claridad para la implementación diaria y la retroalimentación formativa.
Son quienes lideran la transformación. Deben comprender los objetivos para asegurar la alineación institucional, asignar recursos, gestionar el tiempo y los espacios de manera flexible, y apoyar la capacitación docente. Su compromiso es fundamental para crear un marco institucional que respalde el modelo.
Son aliados fundamentales en el proceso educativo. Necesitan entender cómo se está educando a sus hijos (por qué se evalúa por competencias, qué significa "elegir su trayectoria", el valor de los proyectos), para poder apoyar el aprendizaje desde casa y comprender los reportes de progreso.
Especialmente en un modelo basado en proyectos con impacto real, la comunidad puede ser un socio clave. Comprender los objetivos les permite colaborar en proyectos significativos, ofrecer espacios de aprendizaje o mentorías, y reconocer el valor de los egresados formados bajo este enfoque.
Al comunicar estos objetivos a cada uno de estos grupos, adaptando el lenguaje y el nivel de detalle, se construirá una comprensión compartida y un compromiso colectivo que potenciará el éxito del modelo educativo.