Nuestro modelo de aprendizaje se alinea profundamente con los Objetivos de Desarrollo Sostenible (ODS), y especialmente con el ODS 4: Educación de Calidad.
El ODS 4 busca "Garantizar una educación inclusiva, equitativa y de calidad y promover oportunidades de aprendizaje durante toda la vida para todos". Este objetivo no se limita a la escolarización, sino que enfatiza la pertinencia de los aprendizajes, el desarrollo de competencias para la vida y el trabajo, y la equidad en el acceso y los resultados. Nuestro modelo contribuye directamente a varias de sus metas:
Esta meta aspira a que todas las niñas y todos los niños terminen la enseñanza primaria y secundaria, que debe ser "gratuita, equitativa y de calidad y producir resultados de aprendizajes pertinentes y efectivos".
Calidad y Pertinencia: Al basarse en proyectos y evaluación por competencias, el modelo se distancia de la mera memorización, enfocándose en la aplicación práctica del conocimiento y en el desarrollo de habilidades que son pertinentes para el siglo XXI. Los logros individuales y la acumulación de créditos por competencia aseguran que el aprendizaje sea profundo y significativo, no solo la aprobación de una etapa.
Equidad e Inclusión: La elección de la trayectoria educativa y la flexibilidad del sistema de créditos permiten a cada estudiante avanzar a su propio ritmo, abordando sus necesidades y estilos de aprendizaje particulares. Esto reduce las disparidades y promueve una educación verdaderamente inclusiva, donde el éxito se define por el logro de competencias y no por la velocidad estándar.
Esta meta busca asegurar el acceso igualitario de todos los hombres y las mujeres a una formación técnica, profesional y superior de calidad, incluida la enseñanza universitaria.
Preparación para Trayectorias Diversas: El énfasis en las competencias y la personalización de la trayectoria prepara a los estudiantes para diversas rutas post-secundarias, ya sean técnicas, profesionales o universitarias. Los créditos acumulados no solo validan el conocimiento, sino que también construyen un perfil de habilidades diversificado que puede ser reconocido en distintos niveles de formación.
Aprendizaje para Toda la Vida: Al fomentar la autonomía, la autorregulación y la proactividad (objetivos individuales), el modelo cultiva estudiantes que son aprendices de por vida, capaces de adaptarse y seguir formándose a lo largo de su vida, una necesidad clave para el acceso y la progresión en el mundo laboral y académico.
Esta meta apunta a aumentar sustancialmente el número de jóvenes y adultos que tienen las competencias necesarias, en particular técnicas y profesionales, para acceder al empleo, el trabajo decente y el emprendimiento.
Desarrollo de Competencias del Siglo XXI: La metodología de aprendizaje por proyectos y la evaluación por competencias priorizan habilidades como el pensamiento crítico, la resolución de problemas, la creatividad, la comunicación y el trabajo colaborativo. Estas son habilidades blandas y duras directamente demandadas por el mercado laboral y esenciales para el emprendimiento.
Evidencia de Logro (Créditos): El sistema de créditos provee una forma tangible y validada de demostrar las competencias adquiridas. Esto no solo motiva a los estudiantes, sino que también ofrece a futuros empleadores o instituciones de educación superior una clara evidencia de lo que el estudiante "sabe hacer", más allá de una calificación tradicional.
Esta meta busca garantizar que todos los estudiantes adquieran los conocimientos teóricos y prácticos necesarios para promover el desarrollo sostenible, entre otras cosas, mediante la educación para el desarrollo sostenible y la adopción de estilos de vida sostenibles, los derechos humanos, la igualdad entre los géneros, la promoción de una cultura de paz y no violencia, la ciudadanía mundial y la valoración de la diversidad cultural.
Aprendizaje Basado en Problemas Reales: Los proyectos, especialmente cuando se enfocan en soluciones a problemas de la comunidad (como se menciona en los objetivos colectivos), son una plataforma natural para integrar la educación para el desarrollo sostenible, los derechos humanos y la ciudadanía global.
Fomento de la Conciencia Social: El logro colectivo y el desarrollo de la responsabilidad social no solo se dan a nivel de grupo, sino que se proyectan hacia la comunidad y el mundo, formando ciudadanos comprometidos con un futuro más justo y sostenible.
Este modelo educativo no es solo una propuesta pedagógica innovadora, sino una respuesta concreta y fundamentada a los desafíos planteados por la Agenda 2030 y, en particular, por el ODS 4, al asegurar que la educación no solo sea accesible, sino también relevante, equitativa y capacitadora para que cada estudiante pueda contribuir al desarrollo sostenible y construir un futuro próspero para sí mismo y para la sociedad.