07 Jul
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El Modelo de Cambio Profundo (MCP), con su enfoque transformador y su espíritu contracultural, resuena de manera extraordinaria con los principios de la educación liberadora o para la libertad de Paulo Freire. Freire, pedagogo brasileño, criticó ferozmente la "educación bancaria" –un modelo donde el conocimiento es "depositado" en la mente de los estudiantes como si fueran meros recipientes– y propuso una alternativa radical: una pedagogía que empodere a los oprimidos para que sean sujetos conscientes y agentes de su propia transformación.

Para comprender la conexión con el MCP, es esencial repasar los pilares de la pedagogía liberadora de Freire:

  1. Crítica a la "Educación Bancaria": Freire denunció este modelo por su carácter deshumanizador. En él, el educador es el que sabe y el educando el que no sabe; el educador habla y el educando escucha dócilmente; el educador es el sujeto y el educando el objeto. Esta relación unidireccional perpetúa la pasividad, la memorización acrítica y la adaptación al status quo, impidiendo el desarrollo del pensamiento auténtico y la capacidad de actuar sobre el mundo.
  2. El Diálogo como Vía de Conocimiento: Freire propuso el diálogo como la médula espinal de la educación liberadora. El diálogo implica una relación horizontal, de respeto mutuo, donde educador y educando son co-investigadores de la realidad. Es a través del diálogo genuino que se construye el conocimiento de manera conjunta, superando la dicotomía entre quien enseña y quien aprende.
  3. La Concientización: Este es quizás el concepto más potente de Freire. No se trata de un mero "darse cuenta", sino de un proceso dinámico de toma de conciencia crítica sobre la realidad social, política y económica que vive el individuo. La concientización lleva a comprender las contradicciones de esa realidad y a reconocerse como un ser capaz de actuar para transformarla, liberándose de la "cultura del silencio".
  4. La Praxis (Acción-Reflexión): Para Freire, el conocimiento auténtico surge de la unión indisoluble entre la reflexión y la acción. No basta con comprender el mundo (reflexión); es necesario intervenir en él (acción), y luego reflexionar sobre los resultados de esa intervención para generar un nuevo conocimiento y una nueva acción. Es un ciclo constante de transformación y aprendizaje.

El MCP y su Fusión con la Educación para la Libertad

El Modelo de Cambio Profundo, aunque no se autodenomine directamente "liberador" en el sentido freireano, encarna y aplica sus principios de múltiples maneras, lo que lo convierte en un marco pedagógico profundamente alineado con la visión de Freire:

  • Ruptura con la "Educación Bancaria": La esencia misma del MCP es la antítesis de la educación bancaria. Al centrar el aprendizaje en proyectos complejos y en la actividad del estudiante, el MCP rechaza el depósito de conocimientos. En su lugar, invita a los estudiantes a ser constructores activos de su propio saber, investigando, creando y resolviendo desafíos auténticos, lo que anula la pasividad del "objeto" y eleva al estudiante a la categoría de "sujeto".
  • El Docente Mentor y el Diálogo Freireano: El cambio del rol de "profesor" a "docente mentor" es una manifestación clara de la horizontalidad propuesta por Freire. El mentor no impone el conocimiento, sino que guía el proceso de aprendizaje a través del diálogo, facilitando la reflexión, la formulación de preguntas y la construcción colectiva de soluciones. Esta relación de acompañamiento mutuo y respeto por los saberes previos del estudiante es un pilar fundamental de la educación liberadora.
  • La Concientización a través de la Problematización y la Relevancia: Los proyectos del MCP inician con una pregunta generadora central que busca problematizar la realidad (por ejemplo, la desinformación, un problema ambiental, una cuestión social). Al enfrentar a los estudiantes con dilemas y desafíos del mundo real, el MCP fomenta la concientización. Los estudiantes no solo aprenden sobre un tema, sino que desarrollan una conciencia crítica sobre sus causas, sus implicaciones y su propio rol potencial en la transformación de esa realidad. Las visitas a empresas u organizaciones y la interacción con profesionales refuerzan esta conexión con el contexto real.
  • La Praxis en el Diseño de Proyectos y Productos Finales: El MCP es un modelo intrínsecamente basado en la práxis. Los estudiantes no solo investigan (reflexión); también deben crear un producto final o una muestra de creaciones (acción) que materialice su aprendizaje y, en muchos casos, impacte en su entorno. Luego, a través de la evaluación por competencias y la retroalimentación, se promueve la reflexión sobre esa acción, cerrando el ciclo freireano de acción-reflexión-acción.
  • Empoderamiento y Vocación de Ser Más: Al desarrollar competencias clave como el pensamiento crítico, la resolución de problemas, la autonomía y la capacidad de colaboración, el MCP empodera a los estudiantes. Les permite reconocer su propia capacidad de agencia, de pensar por sí mismos y de influir en su realidad. Este empoderamiento es la esencia de la vocación ontológica de "ser más" que Freire atribuye al ser humano, liberándose de la opresión y la pasividad.

Conclusión

El Modelo de Cambio Profundo, al despojarse de las ataduras de la educación bancaria y abrazar la problematización, el diálogo, la concientización y la práxis, se erige como una potente manifestación de la educación para la libertad de Paulo Freire en el siglo XXI. No es solo un modelo pedagógico, sino un camino hacia la emancipación intelectual y la formación de ciudadanos que no solo comprenden su mundo, sino que están activamente preparados y dispuestos a transformarlo.

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