05 Aug
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En la educación contemporánea, el rol del docente ha evolucionado de ser un simple transmisor de conocimiento a un facilitador, guía y mentor. El libro "Diez nuevas competencias para enseñar" de Philippe Perrenoud ofrece un marco teórico esencial que no solo describe esta transformación, sino que también se alinea de manera significativa con la visión del modelo de cambio profundo del ISPI 9073. Este modelo, centrado en la co-creación, la colaboración externa y el aprendizaje basado en proyectos, encuentra en las ideas de Perrenoud una guía práctica para su implementación.Este artículo explora en profundidad cómo cada una de las diez competencias de Perrenoud se manifiesta y potencia en el contexto del ISPI 9073, demostrando que ambos enfoques convergen en la formación de un educador preparado para los desafíos del futuro.


1. El Paralelo entre las Competencias de Perrenoud y el Modelo del ISPI 9073

El modelo del ISPI 9073, con su énfasis en la co-creación y las redes de colaboración externa, exige un docente que vaya más allá del aula. Aquí es donde las competencias de Perrenoud adquieren una relevancia especial:

  • Organizar y animar situaciones de aprendizaje: En el ISPI, el docente no se limita a dictar clases. Su rol es diseñar proyectos que resuelven problemas reales, convirtiendo el aula en un espacio de investigación y experimentación. Esta competencia es la base para la creación de proyectos que fomentan la aplicación práctica del conocimiento.
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  • Gestionar la progresión de los aprendizajes: A diferencia de la evaluación tradicional, el modelo del ISPI se basa en una evaluación por competencias y la acumulación de créditos. El docente utiliza esta competencia para monitorear el avance de los estudiantes a través de niveles de logro y hitos semanales, garantizando que el aprendizaje sea continuo y significativo.
  • Concebir y hacer evolucionar los dispositivos de diferenciación: La diversidad de los estudiantes es un motor de aprendizaje. Esta competencia permite al docente del ISPI adaptar el proyecto a los diferentes ritmos y estilos de aprendizaje, utilizando diversas herramientas y metodologías para que cada estudiante pueda alcanzar su máximo potencial.
  • Implicar a los estudiantes en sus aprendizajes y en su trabajo: En el ISPI, los estudiantes son los protagonistas de su propio aprendizaje. El docente, como mentor, domina esta competencia para crear un entorno que fomenta la autonomía, la iniciativa y la responsabilidad, esenciales para el éxito de los proyectos.
  • Trabajar en equipo: La co-creación y las redes de colaboración son el corazón del ISPI. Los docentes no trabajan de forma aislada; colaboran entre sí, con especialistas y con entidades externas para enriquecer los proyectos y ofrecer a los estudiantes una experiencia de aprendizaje más completa y relevante.
  • Participar en la gestión de la escuela: Esta competencia resalta que el docente del ISPI es un actor clave en la transformación institucional. No solo ejecuta proyectos, sino que también participa en la toma de decisiones, contribuyendo al liderazgo pedagógico y a la visión de la institución.
  • Informar e implicar a los padres: El éxito de los proyectos del ISPI depende en gran medida de la colaboración entre la escuela y el hogar. El docente utiliza esta competencia para establecer una comunicación transparente y continua con las familias, involucrándolas como socias en el proceso educativo.
  • Utilizar las nuevas tecnologías: El ISPI cuenta con recursos como impresoras 3D, estudios multimedia y sensores. El docente, al dominar esta competencia, integra estas herramientas no como un simple accesorio, sino como un elemento fundamental para el diseño, desarrollo y presentación de los proyectos, preparando a los estudiantes para un mundo digital.
  • Afrontar los deberes y los dilemas éticos: A través de la formación en valores y ciudadanía global, el docente del ISPI guía a los estudiantes en la reflexión sobre los dilemas éticos y sociales que surgen en sus proyectos, fomentando un pensamiento crítico y una conciencia responsable.
  • Organizar la propia formación continua: El modelo del ISPI exige que el docente mentor esté a la vanguardia de su disciplina y de las metodologías pedagógicas. Esta competencia es fundamental para que el docente se mantenga actualizado, buscando activamente nuevas oportunidades de aprendizaje para seguir mejorando su práctica.

La Sinergia entre Teoría y Práctica

Las diez competencias de Philippe Perrenoud no son solo un marco teórico, sino una guía de acción para el docente del siglo XXI. En el contexto del modelo de cambio profundo del ISPI 9073, estas competencias encuentran su máxima expresión práctica. Ambas visiones se complementan, creando una sinergia poderosa: el modelo del ISPI proporciona la estructura y los recursos, mientras que las competencias de Perrenoud definen el conjunto de habilidades que el docente necesita para hacer de ese modelo una realidad. El resultado es una educación que no solo prepara a los estudiantes para el futuro, sino que los empodera para ser los agentes de cambio que ese futuro necesita.

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